Especiales

martes, 18 de enero de 2011

Contabiliza Observatorio de Violencia en Campeche, 11 feminicidios



Durante 2010, en el estado de Campeche se registraron un total de 11 homicidios que dadas sus características se consideran "feminicidios" cometidos contra mujeres y una menor de edad, hechos en os que predominó en la forma del homicidio la crueldad y el odio. El mayor número de casos se registró curiosamente en Noviembre cuando más acciones públicas se realizan en "Prevención de la violencia".

La Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó que en lo que se refiere a homicidios dolosos en contra de mujeres, se contabilizaron 9, y el más reciente después de este corte tuvo lugar el 26 de diciembre pasado con el homicidio de una mujer de 77 años dedicada a las bienes raíces.

En la revisión de los casos, 1 de ellos fue homicidio imprudencial durante una intervención a bordo de las plataformas petroleras donde falleció la mujer al practicarse un aborto clandestino; de acuerdo con la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, la omisión en la atención y el derecho a la reproducción libre es considerada violencia feminicida.

En los demás crímenes todas las víctimas fueron asesinadas en su hogar, a manos de sus ex esposos, ex parejas, parejas en convivencia o pareja ocasiona, solo 2 casos la causa fue el robo a mujeres solas de más de 70 años. Otra de las víctimas tenía 8 meses de embarazo.

Uno de los 11 homicidios, que más conmovió a la opinión pública tuvo lugar en el municipio de Carmen, en la Colonia Renovación donde un sujeto degolló y cercenó el seno de su sobrina de 13 años de edad, luego de violarla.

El feminicidio no está tipificado aún como delito en el Código Penal del estado de Campeche, por lo cual los detenidos son sentenciados como homicidio aun cuando en los crímenes prevalecen las condiciones para ser considerados crímenes de odio pues la forma común de los asesinatos es estrangulamiento o traumatismo craneoencefálico causado por objeto contundente en el rostro y cabeza.

lunes, 3 de enero de 2011

Palabra de Antígona

Peligro para las Mujeres en las Elecciones 2011



Por Sara Lovera



Este año cuando comienza la segunda década del siglo XXI, habrá elecciones locales en siete entidades del país, se renovarán 338 puestos elegibles y vuelve a campear la idea de las alianzas entre las fuerzas progresistas y la derecha. Algo verdaderamente importante para la vida y la condición de las mujeres.

Se elegirán seis gobernadores o gobernadoras; 116 congresistas estatales y 224 presidencias municipales. Ello significa que en cuatro entidades se modificará el plantel congresista -Baja California Sur, Coahuila, Nayarit y Michoacán-.

Al final de 2010, Tamaulipas se sumó a las entidades donde los congresos han puesto en la Constitución estatal la categoría de persona al feto, contra toda la tradición despenalizadora del aborto en México. Tamaulipas se sumó porque tenía una iniciativa al respecto.

Hoy son 17 estados donde se consideran derechos al feto, todo ello sucedió entre 2008 y 2010, y existe una iniciativa para reformar la Constitución general del país, además de la enviada por el Congreso Veracruzano, se sumó otra a la lista en el último periodo de sesiones, con lo que creció el peligro de perder las excepciones de aborto.

Importa el calendario electoral porque en Baja California Sur, donde habrá elecciones el 6 de febrero para renovar todos los órganos de gobierno, existe una iniciativa turnada a comisiones y cuyo objetivo es prohibir todas las formas de aborto y una salida aliancista, con los partidos progresistas y el derechista -Acción Nacional (PAN)-, nos pone un foco rojo. Ahí donde gobierna el Partido de la Revolución Democrática (PRD) podría haber un nuevo retroceso.

Importa porque en Nayarit ya existe esa modificación constitucional contra el aborto legal y una alianza sería desastrosa, aunque las opiniones se dividan y haya la certeza de pretender parar la llegada al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), antiguo partido de Estado. Lo peor es que no hay diferencias entre los partidos. Los priistas han votado contra la interrupción legal del embarazo en numerosos congresos locales en los últimos dos años.



Igualmente grave lo es para el Estado de México, donde habrá elecciones el 3 de julio próximo, porque en esa entidad además de existir la iniciativa, se han registrado los peores retrocesos institucionales, donde no existe un Instituto de la Mujer y la concepción familista sólo es comparable a las ideas conservadoras del siglo XIX.

En Michoacán se logró parar el cambio constitucional, aunque ahí, por la creciente violencia y las dificultades de gobernabilidad, el pronóstico es difícil. El gobierno del PRD tuvo serios intentos, en los últimos 11 años, de establecer una buena política para las mujeres, pero hace cinco años que todo parece imposible.

Las alianzas de los progresistas con la derecha son peligrosas. En Oaxaca, donde todo son bombos y platillos porque el actual gobernador, Gabino Cué, es identificado con la socialdemocracia, donde muchas personas pusieron sus mejores instrumentos para “colaborar”, es donde el gobierno no se define respecto del aborto, a pesar de ser acusado o definido como un gobierno que imitará en sus acciones o políticas al gobierno del Distrito Federal, que bajo el mandato del PRD y de Marcelo Ebrard, ha avanzado como no imaginamos en políticas y programas que reconocen el estatus y los derechos de las mujeres, los gays y las lesbianas, no escatima recursos para afrontar la violencia contra las mujeres y existe el aborto legal hasta las 12 semanas de gestación.

Lo que se espera, según el marcaje histórico es precisamente el establecimiento de gobiernos cada vez más ligados a los compromisos con entidades tan poderosas como la iglesia católica, los empresarios retrógrados y las fuerzas más atrasadas dentro del PAN, y es un foco rojo a la hora en que las mujeres organizadas, con alguna fuerza visible o de amplia movilización o resistencia, vayan a incursionar en los procesos electorales.

Algo adicional lo es la participación. Los 338 puestos a elegir significan una oportunidad y un reto para la incursión femenina, desde luego, y las campañas una ocasión privilegiada para difundir los derechos de las mujeres.

El proceso ya dio arranque. El próximo 30 de enero se elegirá gobernador en Guerrero, ahí donde nació la primera Secretaría de la Mujer, una región de gran injusticia, donde un día quedó claro que existe el mayor número de muertes maternas, donde la violencia contra las mujeres y el feminicidio es mayúscula.

La alianza con militantes del PAN y de Nueva Alianza, es preocupante, entre otras cosas porque el candidato de Guerrero Nos Une, Ángel Aguirre, es además ex priista y no ha manifestado opiniones claras sobre la condición de las guerrerenses. Este hombre tiene posibilidades de ganar.

Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son fundamentales y no ha quedado más remedio que estar en la pelea en actitud de resistencia y sin avances en casi todo el país. De seguir la tendencia de lavado de manos, como en el caso de Oaxaca, no existen muchas esperanzas.

En Guerrero, donde podría haber un gobernante apoyado principalmente por las fuerzas progresistas, podría también haber un gobierno con muchos compromisos con las fuerzas de la iglesia y sectores retrógrados.

Cuando se hacen las cuentas de lo sucedido en los últimos tres años se le hiela a una el alma. Hay 17 entidades con prohibiciones de aborto; crecimiento exponencial de la violencia y el asesinato de mujeres, solamente entre 2009 y 2010 fue de 469 en Ciudad Juárez, Chihuahua, es decir, superando en número a las 427 reconocidas oficialmente y asesinadas entre 1993 y 2007, según todas las investigaciones.

En Hidalgo, donde habrá elecciones en 84 ayuntamientos, también la cuenta habla de 31 mujeres encarceladas por aborto, grave porque la información oficial señala que personal médico de muchos municipios es el que hace las denuncias y propicia el encarcelamiento.



En Coahuila, donde habrá elecciones para todo el gobierno el 3 de julio, no hay posibilidades de gran cambio. El gobernador saliente Humberto Moreira probablemente vaya a la dirección del PRI y su hermano pretende ser candidato y gobernador. Son una pareja sui generis, entre progresistas, populistas y de mano dura. Tradicionales, en el tema de los derechos de las mujeres cuyo progreso fue lento y anodino. Se usa doble lenguaje. No existe ahí un movimiento potente de mujeres, lo que dificulta mirar al futuro.

La tuerca política de quienes se van y quienes llegan tras los procesos de elección, resulta una tarea fundamental para el movimiento progresista de las mujeres, que pensando en un solo compartimento del extenso mapa de intervenciones todo se vendría abajo: es necesario ver más ampliamente; un camino a seguir es el de la movilización, el seguimiento y la exigencia de rendición de cuentas a los gobiernos y no necesariamente de la participación política que agota energías y da pocos resultados.

Mujeres y política 12 deseos

Soledad JARQUIN EDGAR





Año nuevo, los 12 deseos… un nuevo año y la esperanza de que en él renace una promesa, la que cada quién anida en su corazón.





I) El primer deseo que anhelamos muchas personas, es que en México, este país desigual no se vuelvan a repetir casos como el de Marisela Escobedo, entonces deseo que haya justicia frente al feminicidio.





II) Por ello, con toda la fuerza de las mujeres, con sus voces y sus silencios también, aspiramos a que se tipifique el feminicidio y la violencia feminicida en todos los códigos penales del país, porque asesinar a mujeres es un delito de odio que como humanidad nadie puede permitir, consentir ni omitir.





III) Un tercer deseo es que se termine de una vez y para siempre la violencia, esa que deja huellas en el cuerpo y en el alma, esa que discapacita y minusvalía la fuerza de las mujeres, que las deja muertas de tristeza en el silencio de sus hogares, que las hace sentir solas en el bullicio de la calle o el rumor de las oficinas, sitios donde se cometen de manera cotidiana actos de violencia. Deseamos –incluso- que desaparezcan de la faz de la tierra los niños como “Dieguito Fernández” que usan el poder del padre, cuasi todo poderoso, para actuar de manera cobarde y violenta contra su ex pareja.





IV) Las mujeres deseamos que en 2011, el derecho a decidir y la libertad de las mujeres no sea más un litigio entre el poder de la derecha-la izquierda-del centro, un acto de conveniencia política firmado con la sangre de los vientres de las mujeres, en acuerdos oscuros que hacen políticos doblemoralistas, jueces y sacerdotes que castigan con cárcel o la excomunión a quienes abortan incluso de manera involuntaria, porque no tienen trabajo o futuro promisorio o porque no desean tener un hijo producto de la violencia sexual. Sí, las mujeres queremos y creemos que la maternidad debe ser voluntaria y la libre determinación es sólo de las mujeres.





V) Aspiramos, sin reserva alguna, a la libertad de todas las mujeres presas por abortar en todo el territorio mexicano y que termine la persecución de los gobiernos de la derecha-iglesia, de la izquierda confundida o de quienes usan camuflaje para cubrir su confusión ideológica, para arremeter contra la libertad de las mujeres sobre sus cuerpos, que son sólo de ellas y de nadie más.



VI) Anhelamos con paciencia que los gobiernos sean incluyentes en todo sentido y que ese sentido considere que las mujeres no son convidadas de piedra, que exigen la paridad para hablar de igualdad. Que ellas también quieren gobernar y, mejor aún, pediríamos que las mujeres que gobiernan en los poderes Ejecutivo, Judicial o Legislativo, o desde los Ayuntamientos, lo hagan mirando la condición social del resto de las mujeres, que entiendan el fondo real de la desigualdad y sus terribles consecuencias.





VII) Pediríamos, como lo hacen miles de mujeres en México, a gritos, que ninguna muera como resultado de un embarazo o de su maternidad y que el parto se convirtiera en un acto humanitario que garantice una existencia saludable, porque de lo contrario nos seguiremos llenando de vergüenza al condenar a la muerte a quienes dan vida de manera voluntaria y gozosa.



VIII) Sí, claro que sí, también desearíamos que no existieran las muertes por cánceres de mama y cérvico-uterino, que se aferra a sus cuerpos por falta de atención oportuna y eficiente, porque la prevención es el mecanismo para evitar esas muertes inútiles.





IX) Demandamos que este 2011, la pobreza no siga recayendo sobre los hombros a las mujeres, porque es la pobreza la que marca sus cuerpos con el hierro candente de la desigualdad; que la repartición de despensas no sea la solución “eficaz” de los gobiernos, porque ellas que con su trabajo al cuidar, educar, cultivar, crear y proteger, entre otros cientos de cosas que realizan todos los días, lo que hacen es contribuir en un altísimo porcentaje del producto interno bruto, y por eso, pero sobre todo porque son seres humanos, merecen más que la asistencia social.





X) Las mujeres también deseamos que todas las niñas, sin excepción de ninguna, puedan acceder a la educación no sólo a programas de alfabetización sino a la educación formal, porque evitar y erradicar el analfabetismo y preparar profesionalmente a las mujeres es condición indispensable para mejorar la vida de toda la comunidad y, al mismo tiempo, le quita al Estado una pesada losa de vergüenza que le debe ocasionar la desigualdad.





XI) Que la libertad de escribir, pensar, expresarse sea el signo del 2011 y por tanto, las mujeres esperamos que los y las trabajadoras de los medios de comunicación laboren con la única condición de la libertad, que ningún micrófono se apague, que no haya una sola pluma aterrada al momento de escribir, que no sea condición vivir con la palabra “empeñada” en el bolsillo de los otros, que no tengamos que despedir a nadie más por lo que opinó, por lo que dijo, por lo que escribió, porque entonces habremos fracasado nuevamente.





XII) En nuestro último deseo de estos 12 para el nuevo año es una conjura con el misticismo de las Diosas, la sabiduría de las científicas llamadas brujas y sacrificadas en todos los tiempos y, sobre todo, con la fuerza del feminismo, para que se acabe esa condición que desde niños engaña a los varones, cuando se les dice que son dueños y señores de personas y haciendas; cuando les enseñan que no se vale llorar, que se aguanten porque tienen que ser valientes, machos, hombres de verdad, por tanto agresivos, sin sentimentalismo ni apegos, escenario cruel que deshumaniza y que los convierte en seres para la guerra, para todas las batallas, dentro de sus hogares, en las calles y carreteras, en las oficinas o fábricas donde laboran y, peor aún, cuando les inculcan que todo lo que es diferente a ellos no tiene valor, incluyendo a las mujeres. El resultado de esa enseñanza retrógrada es lo que vivimos ahora y que conjuramos que se acabe