Especiales

lunes, 18 de octubre de 2010

Palabra de Antígona

La Querella de las Mujeres de Octubre

Por Sara Lovera

Las próximas semanas en México arreciará la conmemoración del centenario de la Revolución Mexicana, aquella que perfiló lo que podría ser nuestra identidad nacional; la revuelta que ofreció a mexicanas y mexicanos la posibilidad de vivir en una nación íntegra, capaz de construir una sociedad justa y digna, en igualdad.

La Revolución, cuyo estallido se fechó un 20 de noviembre, es hoy una quimera. Ni paz ni justicia para todas y todos. Menos igualdad. En la que la querella de las mujeres ha sido una constante.

En 1917, se obviaron nuestros derechos políticos reclamados, según dato histórico, desde 1811 en la ciudad de Zacatecas, querella que duró 142 años hasta que un 17 de octubre de 1953, finalmente, se decretó que las mujeres podríamos participar como ciudadanas completas, reconocidas para contribuir en la cosa pública.

Así, todos los octubres y no por las lunas llenas, hermosas y románticas, se convirtió en una fecha significativa. Nuestras madres y nuestras abuelas, nosotras mismas, pensamos que depositar nuestro voto podría resolver las demandas y necesidades propias, voto para contribuir a hacer patente el sueño que un día tuvieron Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, rusa y alemana, respectivamente, a favor de un mundo democrático y pacífico.

Hoy, sabemos, en un país de más de 30 mil ejecuciones que en cuatro años han dejado 50 mil huérfanos, muestra el atraso en que vivimos y la fantasía que nos ofreció la gesta revolucionaria.



El derecho ciudadano, donde el instante de votar y elegir, se muestra como un espejo opaco, apetecible, pero insuficiente y fugaz; por eso nos quedamos en la algarabía exclusiva del memorial. Pero, es indiscutible que somos herederas de un nutrido litigio por los derechos femeninos, un constante vaivén de avances y retrocesos. Una permanente posposición de lo que deseamos como democracia genérica, es decir aquella donde desaparezca de la vida cotidiana cualquier indicio de exclusión y discriminación por sexo. Donde sin embargo están inscritos nuestros derechos.



SEÑORA CARNE, SEÑORA DUAL



Este 2010, sin embargo, tenemos mucho que celebrar. El día 20 de octubre será entregada a 26 mujeres, todas con suficientes méritos y capacidades, la Medalla Omecihuatl que desde hace ocho años otorga el Gobierno del Distrito Federal para reconocer de las mujeres su contribución cultural, científica, política y artística. Pero, de manera particular, la feminista; único galardón de esta naturaleza en el país.

Entre ellas las muy destacas universitarias maestras Martha Teresita de Barbieri García y María Gabriela Delgado Ballesteros, ésta última ex directora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y aquella maestra de varias generaciones de mujeres, universitarias, periodistas e investigadoras feministas de inclinación socialista y comprometida.

Llama la atención que una de las galardonadas sea Leticia López Margalli, una de las dos guionistas de ``Las Aparicio'', una serie televisiva producida por Argos Comunicación. Una puesta en escena que rompió todos los estereotipos de las mexicanas.

A través de 120 capítulos llevó a la pantalla chica los temas más debatidos sobre la vida y la libertad de las mujeres, se logró difundir en forma sencilla, directa, masiva y apasionante. Las Aparicio fue una producción extraordinaria que entre abril y octubre, tocó de manera profunda, llana y didáctica asuntos como el derecho al placer, el lesbianismo, la trasgresión, la trata, el amor no dependiente, la paternidad responsable y la construcción femenina en nuestros tiempos. Dejó en claro que el encuentro amoroso no puede ser marcado por el control y el autoritarismo.

Las Aparicio mostró la vida de tres generaciones de mujeres contemporáneas, urbanas, decididas a tomar las riendas de su vida. La ficción/realidad se construyó alrededor de la viudez femenina y mostró cómo estas viudas comprendieron que para sobrevivir no necesitaron a esos hombres comunes ni a la tradicional familia mexicana, por el contrario, al concluir el 15 de octubre pasado, Las Aparicio se reconciliaron con sus hombres, esos que escogieron y amarán sin renunciar a sí mismas. Algo todavía difícil para la mayoría de las mujeres. Amores maternos y de pareja, sin sacrificio ni entrega, sino en libertad.

Me he detenido en Las Aparicio, trasmitida por Cadena 3 (canal 28), porque prácticamente la totalidad de las galardonadas este octubre, alrededor del memorial del voto para las mujeres le apostaron al feminismo como la contribución a liberarse personalmente y contribuir con su obra y su pensamiento a desarrollar formas diferentes de relaciones entre los hombres y las mujeres. A muchas de ellas las conozco y me he beneficiado de sus genialidades.

La serie mostró también cómo es posible otra forma de comunicación y difusión de modelos de mujeres reales que seguramente beneficiadas por el voto, las leyes y este intrincado proceso por hacer entender al mundo que las mujeres debieran ser reconocidas como íntegras, dignas y humanas, es un paso necesario para la democracia y el bien vivir urgente en México.

La medalla Omecihuatl reconoce el aporte, trabajo y la trayectoria de aquellas mujeres que han trabajado por el reconocimiento de los derechos de otras abriendo caminos.

Omecihuatl representa la parte femenina del Dios dual de la creación del Universo, mujer dos, señora de la dualidad, diosa que representa la esencia femenina de la creación en la religión mexica. Entidad que es retomada como un referente para la igualdad entre mujeres y hombres.

Las galardonadas, además de las maestras de Teresita de Barbieri, Gabriela Delgado Ballesteros y Leticia López Margalli, son: Elena Azaola Garrido, María Isabel Belausteguigoitia Rius, Elena Cepeda de León, Alejandra Moreno Toscano, Ana Lourdes Elías Paullada, Paola Milagros Espinosa Sánchez, Julieta Fierro Gossman y Magdalena García Hernández.

Así cómo Marisa Iglesias Aveleyra, Eugenia León Vega, Adela Micha Zaga, Rosa María Mendoza Enciso, Alejandra Moreno Toscano, Regina Orozco Mora, Alondra de la Parra, Martha Patricia Patino Fierro, María Julia Pérez Cervera y Lucia Pérez Fragoso.

Además María Eugenia Romero Contreras, María Cristina Safa Barraza, Karla Michel Salas Ramírez, María del Pilar Sánchez Rivera, Cecilia Talamante Díaz y María de Lourdes Valenzuela y Gómez Gallardo. Una nota positiva en medio de tanta barbarie.

Esta medalla fue creada por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y se otorga en el marco del aniversario del Sufragio Femenino en México, que este año cumple 57 años a partir del reconocimiento del derecho de las mujeres a ser ciudadanas. saralovera@yahoo.com.mx

miércoles, 13 de octubre de 2010

Palabra de Antígona

FCH: lucha por el renacimiento del odio

Por Sara Lovera

Myriam Jiménez Quenguan en su libro sobre la filosofía y lenguaje que manifiestan dos mujeres fundamentales en la escritura latina: “Clarice Lispetor y María Zambrano, el Pensamiento Poético de la Creación”, nos instruye con saciedad acerca de cómo las palabras son la materia fundamental del pensamiento y los textos el acontecer del lenguaje que involucra al alma.

Me llama la atención su análisis después de atender las formas de lenguaje, su inmanencia brutal cuando las palabras surgen de la política en boga, reflejan el pensamiento y la acción sobre lo que vivimos: un retroceso.

Felipe Calderón Hinojosa lanzó nuevamente la amenaza panista del peligro que para México significa la intención de Andrés Manuel López Obrador de volver a la contienda presidencial. Su intentona, acallada por tirios y troyanos, muestra sin mucha sabiduría ni conocimiento su interior. Es un hombre guerrero y pequeñito, un hombre que ha sembrado el conflicto en muy poco tiempo en este país, sus palabras son lo que lleva dentro, que luego cosifica la sociedad.

Las respuestas, como la de un sinnúmero de políticos, son iguales. Es un discurso lleno de un sólo alegato: el del poder, que en el fondo y la superficie desprecia a las y los ciudadanos de este país.

AMLO responde con reyerta, igual. La dirigente del PRI, Beatriz Paredes, sale al paso para detener un proceso que pondrá en evidencia el tamaño diminuto de la discusión política en México, una referida sólo a personajes en un cuadrilátero de lucha, de golpes y caídas que al final terminan exclusivamente en un espectáculo. Lo grave es que le llaman lucha política y lo peor es que tiene consecuencias.

El texto, la palabra, debieran ser eso otro: la escritura situada en el no lugar de la realidad, de la ficción, que entraña el pensamiento y el sentir; él en sí como una gracia frente a la carencia y no eso otro, que es la vulgaridad del pensamiento que se pronuncia sin ton ni son.

El discurso de la política, en cambio es eso, una vulgaridad, que para desgracia de la gente tiene consecuencias, suele ser el anuncio de una hecatombe. El domingo pasado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) anunció que ganará las elecciones de 2011 y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ratificó por sobre todas las críticas y los análisis que hará una alianza con su opositor histórico: el conservadurismo, para detener las pretensiones del PRI.

Yo me pregunto ¿cuál es la verdadera diferencia entre una alianza anunciada, como esa y el gobierno conservador, no para todo el país, solamente para la mitad de la población? La anunciada alianza para ir a las elecciones del Estado de México, pudiera representar una discontinuidad fragmentaria que caracteriza la vida de las mujeres y los hombres. Sin diferencia.

El gobierno del Estado de México es el único resistente a siquiera discurrir sobre una política de justicia para las mujeres. Ahí no existe un Instituto de las Mujeres, no se declaran políticas públicas para atemperar la discriminación sexual; en el Estado de México en los últimos años se ha perseguido abiertamente a las lesbianas y a los homosexuales; no se hacen cuentas del número de mujeres asesinadas y menos de las mujeres agredidas. Ahí se detuvo el tiempo y no hay una política de anticoncepción de emergencia, se buscan los caminos para judicializar y criminalizar el aborto legal.

Enrique Peña Nieto gobierna con la política de los obispos y no hace más de un año que fue hasta Roma para que el gobierno del Vaticano le admitiera su noviazgo y ratificara sus proyectos de nueva boda, tras una viudez poco clara.

Peña Nieto coincide con el Partido Acción Nacional en toda referencia a la visión de familia y de religión. ¿Cómo y por qué? Estas cuestiones no las dilucida lo que conocemos como izquierda ni tampoco preocupa a un tipo de organización de mujeres. Seguramente por las mismas razones aducidas al principio: porque las palabras no son sino la expresión del pensamiento, que como texto ficción pretenden ser una dádiva y no la cualidad del alma, esa a la que en algunos escritos filosóficos recogió María Zambrano al hablar de la cultura occidental, que en los años 60 ella preveía fracasada.

¿Será que no tenemos futuro? ¿Qué el país realmente no tiene remedio?

El texto sobre el que basa su análisis Myriam Jiménez, cuando se acerca al pozo profundo de Clarice Lispetor, llamado Un Soplo de Vida, la última pieza de la escritora antes de morir de cáncer cervicouterino a los 56 años, es un texto para reflexionar sobre la diferencia entre el discurso de los políticos y la escritura como tal, la obra creativa que es una respuesta a la búsqueda individual de la sobrevivencia, en mundos y espacios enrarecidos. Como una tabla de salvación.

En él, esta escritora brasileña de origen rumano trabajó, no obstante, para que la palabra más que un producto fuera un medio de la sociedad, como la interiorización humana e inhumana. Ninguna expresión, decía, puede ser ajena a la crisis de la sociedad cosificada e industrial. Su texto trasciende la identidad utilitarista de los objetos para revelar críticamente su estado de alama e ir más allá del valor cuántico, moral o ideológico. Lo que se desea es encontrar lo autentico.

Y es verdad, en las frases de la política -esa que se práctica en México-, las palabras revelan a quien las pronuncia, con su verdad más nítida. Son demagogos y altisonantes, vacíos. En menos de tres días de barbaridades acerca de lo que puede ser un peligro para México, de acusar con razón la revelación partidaria y guerrera de Felipe Calderón, la noticia se fue extinguiendo lentamente, las autoridades electorales siguieron el camino de Calderón y retiraron los anuncios sobre AMLO de la difusión televisiva; el tiempo transcurrió, el lenguaje que debiera conducir a la verdadera realidad de la vida, con misterios y con escondrijos acerca de lo indecible se convirtió en puro papel y olvido.

La verdad es que las y los mexicanos nos encontramos en perfecta indefensión. La política pragmática nos inunda, nos crea cortinas de humo, mil veces repetidas por los medios de comunicación, nos hace virar del camino, nos enfrenta al no camino, a la nada.



La nada aparece cuando las palabras chocan con los intereses, cuando no existe una relación entre lo que se pronuncia y lo que realmente se siente; la nada aparece cuando no coincide la verdad con el dicho. En contradicción la ficción y la obra de arte parecen inocuas, pero son la búsqueda de la veracidad íntima de la vida, porque vienen del alma, del diálogo interno, de la constante intimidad y la individualidad, porque es obra creativa, exclusivamente.



El discurso político, en cambio, viene de intereses y por eso es solo falsedad, discontinuidad e incertidumbre de lo humano. Lo humano, eso que perdimos alguna vez en este país, dolido y triste.



El domingo, cuando casi se nos olvidaron los referentes del cuadrilátero que puso Felipe Calderón, inauguró campante las Olimpiadas Bicentenarias y anunció el nuevo paradigma: el deporte nos salvará, salvará a la juventud y al país. ¿Me pregunto para quién habla?

De ese modo acabamos por enloquecer. ¿Dónde está la verdad? ¿Dónde la obra humana? ¿Dónde la narración y la urgencia de transformarnos, de volver al humanismo a través de la reivindicación del amor del otro.

Francamente habría que cerrar compuertas y mirar a otro lado. Quienes se dedican a la política siguen usando las palabras como una forma de mentir y falsear frente a la realidad y nos han dejado simplemente en la nada. Mientras, continúan las noticias de muertes y desapariciones; las que condenan la violencia sin parar y las que festinan el ridículo escenario de la destrucción y el reparto del poder.

sábado, 2 de octubre de 2010

Más de 180 mil mujeres viven embarazos no deseados, al año

Por Heysel Escamilla y Carolina Velázquez

México, DF, 1 oct 10 (CIMAC).- En Guatemala, cada año más de un tercio de las 180 mil mujeres, que enfrentan un embarazo no planeado buscan un aborto, 49 por ciento son atendidas por parteras tradicionales y un 16 por ciento por médicos.

Cerca de 65 mil abortos son inducidos, lo que se traduce en una tasa anual de 24 abortos por mil mujeres en edad reproductiva (15 a 49 años de edad).

Aún cuando el 54.1 por ciento de las guatemaltecas en unión usan un método moderno de anticoncepción, la tasa es menor entre las mujeres indígenas (40.2 por ciento), que entre las no indígenas (63.3 por ciento).

Las regiones con tasas más altas de aborto son: Metropolitana, Ciudad Guatemala y zona conurbada (19 por ciento), y Suroccidente, la más poblada, en su mayoría rural y con comunidades mayas (13 por ciento), con 30 y 29 abortos por cada mil mujeres, respectivamente.

La necesidad insatisfecha de anticoncepción es especialmente alta entre la población indígena: tres de cada diez mujeres. El aborto está restringido por la ley, y sólo se permite cuando peligra la vida de la embarazada.

El Código Penal, en su decreto No. 17-73, estipula diferentes tipos de aborto y sanciones, con lo cual se limita a las mujeres el pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos --como el de la maternidad libre y voluntaria-- acordados en compromisos internacionales firmados por Guatemala.

Entre los compromisos están la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), ratificada en 1982; el Protocolo Facultativo a la CEDAW, ratificado el 9 de mayo de 2002; la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada el 6 de junio de 1990.

También la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, firmada en 1994; la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, firmada en 1995, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, firmados en 2000.

Ante este panorama, las organizaciones que integran el espacio Mujeres e institucionalidad, han exhortado a las autoridades encargadas de salud, seguridad y justicia, a cumplir con las obligaciones establecidas, para garantizar así un completo bienestar físico, mental y social de las mujeres, en particular las rurales e indígenas, demandando se proporcionen los recursos y calidad necesarios para su atención.

ABORTO Y SANCIONES

Según el Código Penal, en su artículo 133, el aborto es la muerte del producto de la concepción en cualquier momento de la preñez, en otros artículos se habla de otros tipos de aborto como el procurado, el calificado y el terapéutico, además de tentativa y aborto culposo y de agravación específica.

En el artículo134, se define aborto procurado a los casos en que “la mujer que causare su aborto o consintiere que otra persona se lo cause” y será sancionada con prisión de uno a tres años, agrega que “si lo hiciere impulsada por motivos que, ligados íntimamente a su estado, le produzcan indudable alteración síquica” la sanción será de seis meses a dos años de prisión”.

Se considera que hay aborto calificado, artículo 136, si “quien de propósito causare un aborto” y será sancionado: con prisión de uno a tres años, “si la mujer lo consintiere”; con prisión de tres a seis años, “si obrare sin consentimiento de la mujer” y si “se hubiere empleado violencia, amenaza o engaño”, la pena será de cuatro a ocho años de prisión.

Se permite al aborto terapéutico en el artículo 137, el cual señala que “no es punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer, previo diagnóstico favorable de por lo menos otro médico, si se realizó sin la intención de procurar directamente la muerte del producto de la concepción y con el solo fin de evitar un peligro, debidamente establecido para la vida de la madre, después de agotados todos los medios científicos y técnicos”.

El artículo 139 se refiere a “la tentativa de la mujer para causar su propio aborto” y dice que tanto ésta, como el aborto culposo propio, son impunes, sin embargo “el aborto culposo verificado por otra persona” será sancionado con prisión de uno a 3 años, “siempre que tal persona tenga conocimiento previo del embarazo”.

La agravación especifica, se define en el artículo 140 y señala que el médico, que abusando de su profesión causare el aborto o cooperare en él, se sancionará con una multa de 500 a 3 mil quetzales e inhabilitación para el ejercicio de su profesión de 2 a 5 años

Dia de la despenalización del aborto en Campeche


Sábado 25 de septiembre:
Reunión de firmas de apoyo a la petición de despenalización hasta la semana número 12 en la interrupción legal del embarazo y modificaciones a los artículos del código penal 297, 298 y 299 que tipifican el delito del aborto en el estado de Campeche, durante la reunión del Observatorio de Violencia Social y de Género en el estado de Campeche.


Martes 28 de septiembre
Se organizó y realizó un panel de información y discusión sobre la Legalización del Aborto en el estado de Campeche, con la participación de Argentina Casanova y Aurora Sansores San Román, integrantes de CIMAC y la Red Nacional de Mujeres Periodistas; así como la abogada Margarita Alfaro Waring y los integrantes de la Red de Católicas por el Derecho a Decidir y Colectivo Ama-gi.

Posteriormente se ofreció una conferencia de prensa a los medios de comunicación con presentación de encuestas en torno al aborto ante los medios de comunicación en el estado.