Especiales

domingo, 28 de febrero de 2010

Aumenta cifra de periodistas asesinados

13 periodistas asesinados y 183 agredidos en 2009

México, 22 de febrero, 2010 (CEPET). Como parte de su informe 2009 sobre el estado de la libertad de expresión en México, el Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET) documentó agresiones contra 183 periodistas y 19 medios de comunicación en el país, por razones vinculadas con su labor informativa. En el mismo lapso, 13 comunicadores fueron asesinados.

El saldo de 2009 representa un aumento de 13 casos (10.23% más) en relación con 2008, cuando se presentaron 127 incidentes.

Para el CEPET, estas cifras deben despertar la preocupación de la sociedad en su conjunto y de las autoridades, en particular, pues la mayoría de los casos no han sido resueltos y, peor aún, en muchos de ellos son instituciones del Estado –policías, procuradurías, militares y funcionarios civiles– las señaladas como responsables de las agresiones.

El informe completo puede ser descargado desde el sitio http://www.cepet.org.

De acuerdo con el informe elaborado por el CEPET, prácticamente en uno de cada tres ataques contra periodistas están involucrados elementos uniformados o con placa, mientras que en uno de cada cuatro hay participación de un funcionario, sin contar que en los incidentes en los que no se identifica plenamente al agresor es frecuente encontrar antecedentes de amenazas que tienen su origen en la crítica a la gestión gubernamental.

En comparación, sólo en 12 de las agresiones se presume la participación del crimen organizado, no obstante el clima de violencia en algunas de las entidades.

Entre los 140 incidentes conocidos por el CEPET (los cuales arrojaron la cifra de 183 informadores agraviados), la mayoría se cometió en Oaxaca, que sumó 17 casos (12.14%); Veracruz, 15 (10.71%), y Chihuahua, 15 (10.71%); es decir, que sólo en estas tres entidades se registró uno de cada tres ataques al ejercicio periodístico.

De ese mismo total, 19 fueron acciones dirigidas contra medios de comunicación, incluidos los atentados con explosivos contra Televisa Monterrey, el semanario RíoDoce de Sinaloa y los disparos de armas de alto poder contra las instalaciones de El Siglo de Torreón.

Las principales agresiones contra comunicadores y medios incluyen lesiones, amenazas, detenciones arbitrarias e intimidación, mientras que los hechos de mayor impacto han involucrado ataques con explosivos, armas de fuego, homicidio doloso y desaparición forzada.

El número de periodistas muertos en 2009 es el indicador más grave de la situación que atraviesa la libertad de expresión en México. Si en 2008 el CEPET logró acreditar la muerte de cinco trabajadores de los medios, en 2009 se levantó registro de 13 periodistas asesinados en ocho estados del país.

De acuerdo con los reportes de las propias autoridades, hay elementos para presumir que siete de ellos tendrían relación con su trabajo y al menos cinco habrían sido perpetrados por el crimen organizado. Ellos son:

• Eliseo Barrón, reportero del diario La Opinión Milenio, secuestrado y asesinado entre el 25 y 26 de mayo de mayo en el municipio de Gómez Palacio, Durango;
• Juan Daniel Martínez Gil, periodista de Grupo Radiorama, asesinado en Acapulco, Guerrero, el 27 de julio;
• Norberto Miranda Madrid, director del medio digital Radio Visión, asesinado en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, el 23 de septiembre;
• Bladimir Antuna García, reportero de Tiempo de Durango, secuestrado y asesinado el 2 de noviembre en la capital del estado.
• José Luis Romero, reportero de la fuente policíaca del noticiario radiofónico Línea Directa, en Los Mochis, Sinaloa, secuestrado por un comando armado el 30 de diciembre y encontrado muerto el pasado 16 de enero (los datos indican que al ser localizado tendría más de 15 días fallecido).

Para el CEPET es especialmente grave el caso de María Esther Aguilar Cansimbe, reportera de El Diario de Zamora y corresponsal de Cambio de Michoacán, la primera periodista desaparecida en el sexenio y de quien siguen sin tenerse más datos a más de cien días de ausencia.

A la fecha, sólo el crimen de Eliseo Barrón, reportero de La Opinión Milenio, pudo resolverse y actualmente hay cinco implicados en la cárcel, acusados por su asesinato.

La muerte violenta de periodistas y el rezago en la investigación de los registrados en lo que va de este sexenio evidencian la falta de interés de las autoridades de los tres niveles de gobierno en combatir la impunidad y cumplir con su obligación de acceso a la justicia y protección al derecho de libre expresión.

La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas (FEADP), que depende de la Procuraduría General de la República (PGR), sigue sin ofrecer avances importantes o datos de consignaciones que abonen a la confianza.

La falta de resultados en las investigaciones y el incumplimiento de las autoridades en su responsabilidad, ha colocado a México en el centro de la atención de los organismos internacionales, que han clasificado a México entre los países más peligrosos para el ejercicio periodístico.
No obstante la delicada situación, apenas el pasado 17 de febrero (luego de haber sido disuelta en agosto de 2009) quedó instalada en la Cámara de Diputados la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación, mientras, en el Senado, sigue pendiente la discusión y aprobación de la ley para la federalización de los delitos cometidos contra la libertad de expresión, a pesar de que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados.
Frente al número creciente de agresiones a la libertad de expresión, la muerte de periodistas y los ataques a medios de comunicación, el CEPET expresa su más profunda preocupación y exige de las autoridades responsables el esclarecimiento de los casos, el combate frontal a la impunidad y el respeto irrestricto a la libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad mexicana.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Buscará AI liberar a Teresa y Alberta

Caso emblemático de discriminación de la justicia mexicana

Paulina Rivas Ayala

México, DF, 24 feb 10 (CIMAC).- Amnistía
Internacional (AI) analizará la nueva sentencia
condenatoria en contra de Teresa González y
Alberta Alcántara, dos mujeres indígenas otomíes
falsamente acusadas de haber secuestrado agentes
de la AFI en Querétaro en 2006, y apoyará los
esfuerzos de las dos mujeres, sus familiares y
sus abogados, en su lucha por la justicia y la libertad.

En un comunicado, AI declara que recibió con
enorme decepción la decisión de un juez federal
de esta condena, que refleja la grave debilidad
del sistema de justicia mexicano que, al no
garantizar su derecho a un juicio justo,
discrimina a las personas más vulnerables.

Tal es el caso de Teresa y Alberta, declaradas
por ese organismo internacional como presas de
conciencia, al considerar que el único motivo de
su procesamiento y prolongada permanencia en
prisión es el hecho de ser mujeres, indígenas y
vivir en condiciones de pobreza.

Este caso, añade el documento, representa un
emblema sobre la forma en que las y los indígenas
en México enfrentan recurrentemente procesos injustos en razón de su identidad.

Las dos mujeres han sido objeto de un proceso
basado en la fabricación de evidencias por parte
del Ministerio Público federal, a pesar de que la
defensa y la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) demostraron las irregularidades de
la investigación y la falta de credibilidad de
las declaraciones de los agentes de la AFI involucrados.

La sentencia en contra de Teresa y Alberta se
basa en estas pruebas sin garantizar la
presunción de inocencia o la igualdad procesal
entre la defensa y la acusación, mismos que son
elementos fundamentales de un juicio justo, precisa AI.

Enfatiza que esta nueva condena, solo animará a
las y los integrantes de AI en el mundo para
trabajar más intensamente por la libertad
inmediata e incondicional de Teresa y Alberta.


LA FAMILIA
Gabriel Alcántara Juan, hermano de Alberta y
esposo de Teresa González, informó en entrevista
telefónica con Cimacnoticias que el gobernador de
Querétaro, José Calzada Rovirosa, se comunicó con
ellos este lunes para ofrecerles una audiencia
privada en los próximos días, a fin de analizar
las acciones para buscar la libertad de las mujeres otomíes.

El entrevistado dijo que el ejecutivo local
refirió que habló directamente con el Procurador
General de la República, Arturo Chávez Chávez,
para solicitar la colaboración de la Procuraduría
General de la República (PGR) en torno a la liberación de Alberta y Teresa.

Cabe recordar que la PGR siempre ha tenido una
postura acusatoria contra Alberta y Teresa,
incluso el 25 de noviembre pasado que presentó
sus conclusiones del segundo juicio contra ellas
pidió al juez Rodolfo Pedraza Longi que les dictara 40 años de prisión.

Alberta y Teresa fueron detenidas el 3 de agosto
de 2006 junto con Jacinta Francisco Marcial, y
las acusaron de privación ilegal de la libertad
en su modalidad de secuestro contra seis
elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI).

A pesar de que se les juzga por los mismos hechos
y los mismos elementos de prueba, Jacinta ya
obtuvo su libertad en septiembre pasado luego de
que Hans Eduardo Muñoz López, magistrado del
Tribunal Unitario de Distrito ordenó la
reposición del proceso penal por las irregularidades en la investigación.

En un primer momento, las tres fueron condenadas
a 21 años de prisión y 91 mil pesos de multa por
Pedraza Longi por los hechos ocurridos en el
tianguis de Santiago Mexquititlan el 26 de marzo
de 2006 cuando los agentes federales llegaron al
lugar armados, vestidos de civil y sin orden de
cateo a despojar a los tianguistas de sus pertenencias.

Teresa se encontraba en el lugar debido a que
ella y su esposo Gabriel tenían un puesto de
discos en el tianguis y ante la actitud de los
agentes, ella les exigió que se identificaran y
en ese momento llegó su cuñada Alberta quien la apoyó en la petición a los AFI.

Tres meses después las detuvieron sin ninguna
otra prueba que unas fotografías periodísticas.

viernes, 12 de febrero de 2010

Héctor Pérez Martínez, 62 años de presencia

Mensaje leído por la escritora Silvia Molina, en Campeche, en el homenaje por el aniversario luctuoso de su padre, Héctor Pérez Martinez. Campechano ilustre


Querido papá:

Hoy, hace 62 años, te fuiste. Estabas en casa del coronel Serrano, en el puerto de Veracruz, donde te había sugerido el doctor Campos que te retiraras a descansar unos días, y donde el presidente Miguel Alemán te había insistido que fueras, con la esperanza de que el nivel del mar te ayudara a reducir la presión, aunque sabían que tu gravedad provenía de los riñones y no tenían muchas esperanzas.

En aquella época, la medicina no era como ahora. Quiero decir, papá, que ya estamos en el siglo XXI y te parecería ciencia ficción. En estos días tu problema no habría sido mortal, ¡qué le vamos a hacer! De todas maneras tenías trazado tu destino. Si hubieras vivido más, quizá las cosas habrían sido diferentes, quién sabe qué habría pasado:, yo misma no sería lo que soy y me gusta ser.

Te acompañaron a Veracruz mi mamá, su hermana Refugio y su esposo, el periodista español Rafael Sánchez de Ocaña, Juan Manuel Celis Ponce, mi primo Nito, quien fue como otro hijo para ti, y quien ido tú fue como otro padre para mí porque, si recuerdas, yo tenía apenas un año cinco meses cuando nos dejaste; ah, y Sarita, su esposa: ambos devolvieron con creces el cariño que les diste. Los vi a todos ellos en las fotografías de los periódicos bajando del avión que te trajo a México de regreso. Vi al gabinete del presidente Alemán, esperándote en el hangar presidencial con caras largas y preocupadas. Me asustó ver a mi mamá desecha.

Sé que estuve en tus brazos muchísimas veces y que me cantabas con esa voz que sí conocí y que sí recuerdo porque te oí en un disco que grabaste en la casa con tu aparato RCA VÍCTOR. Yo tenía seis años cuando te oí. Me impresioné mucho. En uno de ellos cantas Las golondrinas, por eso no las puedo escuchar sin llorar, y cancioncillas pícaras de la época, haciendo gala de tu sentido del humor: "Ciento cincuenta pesos daba una viuda, por la sotana vieja del señor cura, y el cura le contesta con gran contento, no vendo la sotana si no voy dentro". Pero te soy franca, no me acuerdo de ti. Algo, nada más, una escena borrosa pero estoy segura:

Estás en la cama del lado de la ventana porque sé que he dado la vuelta para encontrarte, y me levantas en vilo. Me sientas sobre tu panza y nos reímos.

Es todo, no recuerdo tu rostro sólo siento tus manos envolviéndome. Voy a ser sincera: no quiero ofenderte, pero no me hiciste falta, papá. Tuve una infancia como cualquier otra. Mis tres hermanos me cantaban, me contaban cuentos y jugaban conmigo. No supe que lo normal era tener papá, hasta que entré a la escuela y en la fiesta de fin de año vi a mis compañeras con sus padres. Entonces pregunté y me dijeron: "No tienes papá porque se murió". Y entendí sin más explicación. Lo sabía pero nadie se atrevía a decírmelo. Si hubieran sabido que iba ser tan fácil, me lo hubieran dicho antes, ¿no crees?

Descubrí qué cosa era un papá con Claudio, mi esposo. Estoy casada con el bisnieto de un doctor del que hablas en Juárez, el impasible. Aquél Molina chileno que vino a México desde Estados Unidos a pelear al lado de Juárez y que se quedó en Veracruz. Qué coincidencia, ¿verdad? Te hubiera caído bien. Tengo dos hijas y dos nietos educados en el amor a tu tierra, saben que vienen de este mar, puedes estar tranquilo. Aquí vacacionan sin mí, como cualquier hijo de vecino: quieren afianzar, a su modo, lo que llevan en la sangre, como yo.

Aprovecho para decirte, no te ofendas, que no llevo tu nombre sino el de mi marido. Muchos años nadie sabía que era tu hija. Me pasó más o menos lo que nos acaba de contar el viernes pasado en una cena el filósofo Savater. Dijo que el rey de España tenía caballos y le encantaba montar. Una noche le preguntó por qué no jugó nunca polo oficialmente y el rey le contestó que sus consejeros le habían dicho: "Mire usted, su majestad, si juega y pierde, van a decir que qué malo es usted para todo; si usted gana, van a decir que hicieron trampa para dejarlo ganar." Así yo, papá. Soy escritora, ¿sabes? ¡Palabra! No te lo hubieras imaginado. De mis hermanos, yo heredé esa parte de ti, supongo. Cuando publiqué mi primer libro, pensé que si firmaba Pérez Martínez y era un horror mi trabajo la gente iba a decir: "No heredó nada de su padre, esta pobre"; o si por el contrario, si tenía éxito, dirían: "La publican porque es hija de Pérez Martínez". Decidí abrirme el camino yo sola. ¿No crees que fue mejor? Y ya que hablé de mis hermanos, me apena contarte que Héctor, Javier y Luis Alberto, murieron. Murieron jóvenes como tú, aunque no tanto. Luis Alberto, está aquí, por cierto. También a él lo ataste a tu sombra. Lo siento, papá. Malas noticias, no todo es bueno. La Chacha ha estado malita, pero allí va.

Debo confesarte que durante una época estuve enojada contigo. Tuviste dos hijos que no debías haber tenido pues tu enfermedad estaba muy avanzada y sabías que no nos ibas a disfrutar. No lo niegues. No sé por qué no se cuidaron mi mamá y tú. Fuiste irresponsable. Y tampoco sé por qué antepusiste tu trabajo a tu familia. Pero al fin de cuentas, fue tu vida, no la mía. Luis Alberto y yo llegamos tarde y no te encontramos. Esa es la realidad.

Quiero que sepas que de tus hijos, a mí me dio por buscarte. Una obsesión. Un día me pregunté quién había sido Héctor Pérez Martínez y no descansé hasta saberlo. Al principio me costó mucho trabajo porque soy disléxica y no podía leer por más que me esforzara. Aprendí tarde pero bien, aunque a veces las letras me brincan y escribo una cosa por otra. Una letra por otra, aunque sepa que así no se escribe, luego me doy cuenta y me muero del coraje.

Descubrí tu lado como servidor público, tus pasiones, trabajo, libros, amigos... Me metí a los archivos tuyos y no, a cuanto papel olía a ti... y no es por nada, pero encontré a un hombre que me hubiera gustado conocer, conversar con él, al que no ubico como papá, no sé si me entiendas, sino como alguien a quien me dediqué a estudiar, como a un personaje público separado de mí al que podía juzgar por su larga trayectoria, por sus actos, por sus errores y aciertos, y no por los mitos familiares.

Leer tus artículos periodísticos me llevó a tus gustos, aficiones, intereses culturales. Husmear tu correspondencia me acercó a tu lado amable, franco, juguetón, servicial. Estudiar tus notas me llevó por el camino del investigador, del que no sacia fácilmente su curiosidad, del que se fija en los detalles. Analizar tus libros me obligó a fijarme en tu pluma, en tu forma de expresión, en las palabras que escogías, en los mundos que abarcabas. Está mal que te lo diga, papá, y más delante de toda esta gente que ha venido a recordarte en tu aniversario, pero de verdad tuviste una vida que asombra porque de ella se puede aprender.

Me da un poco de pena confesarte que también he escrito sobre ti: una novela, una biografía documental, muchos artículos; que he reunido tu obra, que cuidé tus papeles, que pujo porque se reediten tus libros, que me preocupo porque la gente te lea, te recuerde, te valore, porque más allá de que yo lleve tu apellido aunque no lo use: intelectuales tan completos como tú ha habido pocos. No te digo que seas lo máximo. Cumpliste con tus anhelos lo mejor que pudiste.

Me hubiera gustado ser alguien cercano a ti en el trabajo. Aprender a ver con tus ojos el mundo que viviste, los problemas que encontraste; por ejemplo, cuando tu gira como candidato a gobernador del estado. Un hombre cuidadoso en lo humano, en el trato, una persona auténtica en el deseo de servir. Allí están los textos de tus caminos por Campeche: encontraste una atmósfera difícil de remontar y todos saben que hiciste hasta lo imposible por cambiarla.

Un día que mi mamá tenía problemas económicos, una de sus amigas le preguntó si no podía ayudarse con tu herencia. Mi mamá contestó. "La única herencia que nos dejó Héctor fue la de un hombre limpio". Y es verdad, papá. Hoy cumples 62 años de haberte ido, y la gente, ya lo ves, sigue recordándote. Especialmente tu gente, los campechanos, porque saben generación tras generación que tu paso por el gobierno fue transparente, que en aquella época tan difícil tuviste arresto para luchar por los tuyos.

Hoy, papá, no vine a recordar tu biografía: aquí todo mundo la conoce. Saben de ti como periodista, diputado, gobernador, como oficial mayor, subsecretario y secretario de Gobernación; te han leído, han leído lo que se escribe sobre ti. Por eso te hablo en este tono, directamente.

He dicho poco de mi mamá porque no te alegraría saber que se las vio negras sin ti. Le dolió tanto tu partida que nunca se repuso. Yo siempre tuve una buena relación con ella, quizá porque la agarré cansada. Ella me formó. Un día, cuando lo juzgó conveniente, me mandó con mi tía Dora y mi abuelita María para que me enseñaran que todo esto que no viví contigo, para que me convencieran de que Campeche era también mío. Mi tía Dora lo hizo muy bien. Lo primero que me mostró fue la casa de mi abuelita que estaba allí mismo, cruzando la calle, ¿te acuerdas? Entonces ellos vivían en el Carmen; no quisiste que se quedaran aquí. Me trajo especialmente para decirme: "Aquí nació tu papá, aquí creció tu papá, aquí estudió tu papá, aquí están tus abuelos, bisabuelos, antepasados, los tuyos. Tú perteneces, tú eres de aquí. Aquí están tus muertos. ¿Entiendes? Entendí, papá. Me enseñó casa por casa, las de mis tíos, las de mis primos, la de los gobernadores en Santa Ana, las escuelas, las murallas, todo. El mar. Me enseñó a cocinar campechano, a comer campechano, a beber campechano, a cantar campechano, y yo me dejé envolver, fui alumna fácil y aprendí a gozar, respetar y amar todo esto que alguna vez fue tuyo.

Por eso creo en la educación, papá. Por eso, no te han olvidado, porque en las aulas de las escuelas repiten tu nombre, honran tu nombre, aunque sea sólo un nombre que se va quedando en los niños y las niñas, que se va haciendo familiar y no se olvida.

Tal vez te sorprenda oírme así. Vine a hablarte en público porque me invitaron a recordarte. Y como no te recuerdo, te reconstruyo una vez más.

Pensé que era mejor hacerlo así, en la intimidad, al fin y al cabo estamos entre amigos.

Sólo algo más, el Campeche que amaste ha cambiado mucho, tiene un traje nuevo, ya no es una grave dama venida a menos, su traje ya no está deshecho, como escribiste. Cada día que pasa Campeche está mejor; y me refiero no sólo a la ciudad sino al estado: ya no son ni una ciudad ni un estado encerrados en sí mismos, están abierto a la modernidad.

Sesenta dos años y sigues presente. Te felicito, no es fácil. De verdad, no es fácil. Se necesita haber trabajado duro, haber cuidado una reputación, haber hecho una carrera ejemplar. Vale la pena, ahora lo vemos. Yo te agradezco lo que me has dejado. Para mí ha sido brutal encontrar tu huella. Descansa, mi hermana, la Chacha, yo, ahí la llevamos.

Muchas gracias.

lunes, 8 de febrero de 2010

Carece México de datos para frenar la trata

Opera en medio de la invisibilidad e impunidad: CNDH

Por Paulina Rivas Ayala

México, DF, 8 feb 10 (CIMAC).- México es un país
de origen, tránsito y destino de personas con
fines de trata, sin embargo, y a pesar de tener
una legislación para frenar este delito, no
cuenta con un sistema de seguimiento de
información suficiente para determinar las
dimensiones del fenómeno y es el segundo país en
el mundo que más víctimas provee a Estados
Unidos, en especial mujeres y menores de edad.

Ante la falta de información y cifras oficiales,
la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
realizó en 2009 el "Diagnóstico de las
Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la
Trata de Personas en México" para contribuir a la
creación de políticas públicas para frenar este
delito y defiendan los derechos humanos de las personas.

En el informe se explica que las fuentes
oficiales disponibles son pocas y se reducen a
informes institucionales de dependencias como la
Procuraduría General de la República (PGR), la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y el
Instituto Nacional de Migración (INM).

La CNDH, sostiene que la posición geográfica de
México, lo convierte en escenario de una intensa
dinámica migratoria: es el país de origen,
tránsito y destino de víctimas de trata,
fundamentalmente de niñas, niños y mujeres, que
son trasladados con fines de explotación sexual y laboral.

Según el organismo, durante 2007 se documentaron
aproximadamente 300 casos personas que llegaron a
Estados Unidos con fines de trata, 48 de ellas
provenían de Tailandia, 42 de México, 23 de
Guatemala, 22 de Filipinas, 21 de China y 144
procedían de otros países, lo que significa que
el 14 por ciento de ellas eran mexicanas.

En el informe se explica que en México el delito
de trata de personas se comete desde la
"invisibilidad e impunidad" y atenta contra "la
dignidad y libertad de las personas y constituye
una forma de esclavitud", por ello "sus víctimas
provienen de contextos en los que difícilmente
pueden conocer plenamente sus derechos y exigir su cumplimiento".

La CNDH informó que durante 2008, la Fiscalía
Especial para los delitos de Violencia contra las
Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra),
dependencia adscrita a la PGR, inició 24
averiguaciones previas por el delito de trata de
personas y, de ellas, sólo logró dos consignaciones.

Las víctimas de los casos denunciados ante la
Fevimtra, no sólo son mexicanas indica la CNDH,
sino que entre ellas también hay mujeres
procedentes de El Salvador, Corea, Argentina,
China, Honduras, Perú y Guatemala.

En materia de prevención, la SSP cuenta con pocos
datos, según investigaciones de 2004 realizadas
por la policía cibernética hay 14 millones de
sitios pornográficos y se crean, en promedio, 500 a diario.

Durante 2004 sólo se desmantelaron 300 sitios en
los que se utilizaba a menores de 14 años y sólo
se detuvo a 66 presuntos tratantes y lenones y la
liberación de 104 menores de edad.

En su quinto informe de Labores (2006), la SSP
informó que cada mes por lo menos 100 niños y
niñas caen en manos de redes de prostitución y
explotación sexual comercial lo que equivale a un
promedio de mil 200 menores de edad al año.

En ese sentido la SSP sostiene que el 50 por
ciento de los delitos cometidos a través de
Internet están relacionados con la pornografía y
la prostitución infantil y generan
aproximadamente 20 millones de dólares de
ganancia al año. Reporta también que la edad de
las víctimas se ha reducido pues se han
encontrado casos de niñas y niños que van de los cero a los 4 años de edad.

Por su parte el INM informó que instaló 32
comités interinstitucionales en 2007 para
atención a víctimas que operan en los 32 estados
del país, sin embargo informa la CNDH, "no hay
suficiente información sobre los avances y
logros" para poder dar un número exacto de personas denunciantes.

LEGISLACIÓN

México es parte de los Estados signatarios del
Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la
trata de personas especialmente mujeres y niños
(Protocolo de Palermo) que mandata a los países
firmantes a tipificar el delito en su legislación local.

Desde el 27 de noviembre de 2007 cuenta con la
Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de
Personas que mandata una pena máxima de 27 años
de cárcel y una multa de hasta tres mil 375 días de salario mínimo.

El Artículo 5 explica que comete el delito de
trata de personas quien "promueva, solicite,
ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o
reciba para sí o para un tercero a una persona
por medio de la violencia física o moral, engaño
o el abuso de poder para someterla a explotación
sexual, trabajos o servicios forzados esclavitud
o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre
o extirpación de un órgano, tejido o sus componentes"

Esta definición del delito fue tomada del
Protocolo de Palermo que es complementario de la
Convención de las Naciones Unidas contra le
Delincuencia Organizada Trasnacional.