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lunes, 21 de julio de 2008

Mujeres con más carga de trabajo doméstico


En México prevalecen los roles tradicionales de hombre proveedor de sustento y mujer ama de casa. Aunque cada vez hay una mayor y mejor distribución de tareas entre mujeres y hombres, la importancia en el incremento en el tiempo de la participación de las mujeres en el trabajo extra doméstico es superior al de los hombres en el trabajo doméstico, reflejándose en una mayor carga global de trabajo de las mujeres, pues además de su inserción en la vida económica sigue recayendo en ellas la carga del trabajo dentro de los hogares.

El 97 por ciento de las mujeres de 12 años y más realiza trabajo doméstico contra el 85 por ciento de los hombres. En el trabajo doméstico se considera la preparación de alimentos, limpieza de la vivienda, limpieza y cuidado de ropa y calzado, así como compras cotidianas y organización en el hogar; se excluyen las actividades domésticas auxiliares como trasladar miembros del hogar, gerencia del hogar y realizar compras.

La diferencia no parece ser muy importante, sin embargo al considerar el tiempo dedicado al trabajo doméstico se marcan notablemente tales diferencias: en promedio, los hombres dedican nueve horas con 37 minutos a la semana mientras que las mujeres asignan 42 horas con 36 minutos en promedio.

Si se considera como universo exclusivamente a las personas que sí realizan trabajo doméstico, el tiempo dedicado se incrementa: los hombres dedican 11 horas con 22 minutos y las mujeres 43 horas con 47 minutos.

Por el contrario, al trabajo para el mercado o trabajo extra doméstico son los hombres los que tienen una mayor participación: del total de horas dedicadas a este tipo de trabajo, poco más del 70 por ciento corresponde a trabajo masculino y 29 por ciento a trabajo femenino.

En promedio, los hombres dedican a la semana 36 horas con 16 minutos al trabajo extra doméstico y las mujeres 13 horas con 20 minutos.

Las mujeres que además de realizar trabajo doméstico realizan trabajo extra doméstico dedican al primero cinco horas con 34 minutos menos que las mujeres que no realizan trabajo extra doméstico. Para los hombres no se observan diferencias notables.

La Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo busca, entre otras cosas, contribuir a la formulación de políticas familiares, de conciliación entre trabajo remunerado y no remunerado y puntualiza la necesidad de considerar el trabajo doméstico como tema económico. La encuesta señala diferencias importantes entre mujeres y hombres en la participación de labores dentro del hogar.

Establece que de las mujeres y los hombres de 12 años y más: 93 por ciento de ellas hacen labores de limpieza dentro de su hogar, contra 49 por ciento de ellos; 89 por ciento de ellas lava, plancha y acomoda ropa contra 43 por ciento de ellos; 77 por ciento de ellas prepara alimentos contra 14 por ciento de ellos; 70 por ciento de ellas hace compras para el hogar contra 42 por ciento de ellos; 47 por ciento de ellas cuida a niños y niñas contra 30 por ciento de ellos; 2.5 por ciento de ellas cuida a personas con alguna incapacidad física o mental contra 1.5 por ciento de ellos; cinco por ciento de ellas realiza actividades de reparación y mantenimiento del hogar contra nueve por ciento de ellos.

Considerando solamente a las personas que sí realizan todas estas actividades domésticas, el promedio de horas a la semana es: a labores de limpieza, las mujeres dedican 14:27 horas y los hombres 4:24; a lavar, planchar y acomodar ropa, ellas dedican 7:11 horas y ellos 1:59; a preparar alimentos, ellas dedican 10:11 horas y ellos 4:06; a hacer compras para el hogar, ellas dedican 3:45 horas y ellos 2:55; a cuidar niños y niñas, ellas dedican 13:10 horas y ellos 7:23; a cuidar a personas con alguna incapacidad física o mental, ellas dedican 9:20 horas y ellos 4:36; a hacer reparaciones y actividades de mantenimiento del hogar, ellas dedican 3:26 horas y ellos 4:33.

La tasa de participación en el trabajo doméstico, tanto de mujeres como hombres, muestra un comportamiento parecido en todas las edades: la tasa masculina alcanza el punto máximo en el grupo 30-34 (90.17) y el mínimo en los 60 años y más (80.07).

En el caso femenino, el máximo valor de la tasa de participación se da en el grupo 45-49 (99.98) y el mínimo en el grupo 12-14 (93.47%), aunque sigue siendo alta sobretodo en comparación con el valor más bajo de la tasa de participación masculina.

Por estado conyugal, las tasas de participación en el trabajo doméstico más bajas corresponden a hombres que viven en unión libre (80.28) y a mujeres solteras (94.7).

Los patrones de desigualdad en la carga de trabajo para las mujeres se establecen y reproducen en la familia, lo cual se constata con los siguientes datos sobre el número de horas dedicadas a trabajo doméstico según relación de parentesco: si la mujer es jefa dedica 42:32; si es cónyuge 57:11; si es hija 23:47. Si el hombre es jefe dedica 11:19; si es cónyuge 6:41; si es hijo 7:26.

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