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lunes, 29 de septiembre de 2008

Las mujeres, invisibles en las estadísticas

Si bien las estadísticas de género son un importante mecanismo para reflejar la realidad de las mujeres, es necesario ampliar su visión y captar mayores evidencias de las desigualdades, ya que los diversos Censos que se han levantado tienen una serie de supuestos en donde las mujeres quedan invisibles al levantarse la información, aseguró Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres.

Durante la inauguración del IX Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, Ronda Censal 2010, en la ciudad de Aguascalientes, la funcionaria federal indicó que las mujeres no han sido visibilizadas en el Censo General de Población y Vivienda, ni en los de cada rama de actividad.

“¿Quién iba a pensar hace algunos años que en el sector agrícola cada vez habría más mujeres debido a la migración de los varones hacia Estados Unidos, o que las mujeres tendrían un creciente papel en la industria manufacturera como obreras o en el sector de servicios, muchas de ellas como comerciantes? Estas son revisiones necesarias”, puntualizó.

La titular del INMUJERES recordó la pregunta que estuvo vigente muchos años en el Censo de México de ¿quién es el jefe de familia?, que presuponía la presencia de una figura masculina, aun cuando no aportara ingresos al hogar o estuviera ausente.

En la actualidad, afirmó, existe una mayor conciencia, aunque todavía no la suficiente, de que las mujeres viven desigualdades y discriminación en diversos ámbitos de la vida en sociedad.

Explicó que en las agendas de diversos organismos internacionales y cada vez en un mayor número de gobiernos nacionales y locales, se reconoce la desigualdad de género como un obstáculo para el desarrollo.

En este contexto, apuntó, las estadísticas de género cobran fuerza al ser un importante mecanismo que delata la realidad de las mujeres, sin embargo es necesario ampliar su visión y captar mayores evidencias de las desigualdades porque sólo así se podrá demostrar lo que falta por avanzar.

Enfatizó que en el siglo de la información, la producción estadística de género no puede quedar fuera, por lo que es necesario aumentar y mejorar su producción, los aportes teóricos y metodológicos para captar la realidad social con un alto nivel de confiabilidad.
Lo anterior, destacó, obliga a las personas que toman decisiones y diseñan las políticas públicas a tomar en cuenta las diversas fuentes de información estadística, especialmente las de género: “En el caso de México, ésta es una práctica que avanza paulatinamente en las dependencias públicas”.

La producción de información estadística no encuentra su sentido último, el social, si no se usa; por ello, revisar los avances, buenas prácticas y lecciones aprendidas sobre la incorporación del género en la producción estadística, desde la visión de las oficinas de estadística y las necesidades de información de los mecanismos de las mujeres, resulta crucial para diseñar y llevar a cabo mejores políticas públicas que potencien las capacidades de las mujeres, siempre en un marco institucional y normativo de los distintos órdenes y niveles de gobierno.

Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Eduardo Sojo Garza-Aldape, sostuvo que el propósito de institucionalizar la perspectiva de género en todos los ámbitos del quehacer nacional, de la política pública y en la generación de información constituye ya una realidad y ello se ha logrado en buena parte gracias al esfuerzo, a la voluntad y a la perseverancia que han puesto las instituciones.

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