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viernes, 16 de mayo de 2008

Delinquen mujeres por lazos afectivos

Si bien hay una mayor participación de las mujeres en el narcotráfico y narcomenudeo, la mayoría de ellas entran a estas actividades ilícitas por lazos afectivos, que incluso las hace asumir culpas ante la ley o intentar introducir droga a sus esposos, parejas o hijos a los reclusorios varoniles, aseguró Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).

En conferencia de prensa, la funcionaria federal señaló que casi el 70 por ciento de las mujeres que están recluidas en la cárcel es por delitos contra la salud y un buen número de ellas están ahí por haber intentado introducir drogas al reclusorio de los hombres, ya sea a sus parejas o a sus hijos.

“No podemos decir que no hay mujeres participando en el narcotráfico, por supuesto que las hay, pero el número es bajo y otro dato muy interesante es que sólo el cinco por ciento de las mujeres que cometen un delito y van a a la cárcel, reinciden”, subrayó.

La titular del INMUJERES reconoció que las mujeres ligadas a la vida de narcotraficantes o de personas que se dedican a la delincuencia organizada viven violencia, ya que simplemente andar como chapulines, cambiando de casas y de ciudades, es una vida muy pesada.

García Gaytán manifestó su preocupación por la situación que se vive actualmente en Sinaloa, pero anteriormente en Tamaulipas y Chihuahua, donde por supuesto en toda la guerra del narcotráfico y de la delincuencia organizada hay mujeres que son novias, parejas o madres.

Las personas que se dedican al narcotráfico o a la delincuencia organizada, dijo, son parte de una familia, donde obviamente hay mujeres.

Por su parte, Liliana Rojero Luévano, secretaria ejecutiva del INMUJERES, destacó que las mujeres están aumentando su participación en el narcomenudeo, sobre todo las abuelas que están vendiendo drogas en algunas comunidades de pobreza urbana, porque las adultas mayores ya no tienen acceso a empleo y están vendiendo algún tipo de droga.

Coincidió en que la mayoría de las mujeres que están en los reclusorios es por asumir la responsabilidad de sus parejas o sus hijos, ya que cuando a ellos se les encuentra con droga, las parejas o madres se echan la culpa.

Indicó que ante esta situación, en el Instituto Nacional de las Mujeres se está creando un fideicomiso para que se pueda pagar la fianza de las mujeres que no tengan posibilites económicas y de esa manera sacar a las mujeres inocentes de las cárceles.

En otro orden de ideas, la presidenta del INMUJERES, Rocío García Gaytán, indicó que la declaratoria de alerta de género permitirá llevar a cabo acciones preventivas. “Si hubiéramos tenido una alerta de género en el 98, en Ciudad Juárez, posiblemente no hubiéramos llegado al número de mujeres asesinadas que tenemos”.

Sin embargo, aceptó, la alerta de género se puede convertir en un instrumento político, por lo que hay que estar atentos a ello porque no se desea que las mujeres nuevamente sean víctimas de intereses.

En tanto, la secretaria ejecutiva del INMUJERES, Liliana Rojero Luévano, habló sobre la magnitud de la desigualdad de género: el 90 por ciento de las personas que están en pobreza alimentaria son mujeres.

Asimismo, agregó, las mujeres llegan a un promedio de 8.2 años contra 7.6 años de educación de los hombres, pero en el mismo puesto ganan 30 por ciento menos que los varones, por lo que las mujeres están mejor educadas pero peor pagadas.

Además, detalló, las mujeres tienen dobles cargas de trabajo, ya que los hombres dedican menos de siete horas a la semana al cuidado de las labores domésticas, mientras que las mujeres les dedican hasta 70 horas a la semana, porque se les ha estereotipado de que son las únicas responsables del cuidado de los menores y de los enfermos.

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