Especiales

lunes, 5 de mayo de 2008

Oriana Fallaci

A todas y todos los periodistas:
Que las voces no callen
Por: Ericka Cervantes

México DF, 29 abril 08 (CIMAC).- Ser libre para expresarse en sistemas sociales que impiden la libertad de pensamiento no es tarea fácil, sobreponerse a la opresión es una batalla diaria y Oriana Fallaci sabía en carne propia lo que significaba luchar.

Su infancia transcurrió en la Italia fascista de Mussolini. Su padre se oponía a este régimen y fue la enseñanza de él que la lleva, siendo adolescente, al movimiento clandestino “Justicia y Libertad”. Sus jóvenes ojos conocieron el horror de la tortura infringida a su padre y su activismo contribuyó a la liberación de Italia. Por ello, terminada la II Guerra Mundial, Oriana recibía a sus 14 años un reconocimiento de honor por parte del Ejército Italiano.

Su formación académica es la carrera trunca de medicina, la cual logró a base de esfuerzo constante por conseguir y mantener becas de estudio, la cual abandona para seguir su verdadera vocación: el periodismo. Oriana es una de las corresponsales de guerra más activas del siglo XX.

Entre algunas de sus incursiones se encuentran Vietnam, Afganistán, los movimientos en contra de las dictaduras en America Latina, la India y Pakistán.

Oriana Fallaci es reconocida como una de las mejores entrevistadoras de todos los tiempos durante el siglo XX. Realizó entrevistas con las y los líderes políticos más prominentes. Entre ellos se encuentran Henry Kissinger, el Sha de Persia, el Ayatola Jomeini, Willy Brandt, Zulfikar Ali Bhutto, Walter Cronkite, Muammar Gaddafi, Federico Fellini, Sammy Davis Jr., Nguyen Cao Ky, Yaser Arafat, Indira Gandhi, Alexandros Panagoulis, Golda Meir, Haile Selassie, Mao Tse Tung, John y Robert Kennedy y Sean Connery.


Su estilo inquisitivo la llevó en más de una ocasión plantear preguntas que nadie del gremio periodístico se atrevía a hacer. Tal es el caso de Henry Kissinger, quien reconoció que la entrevista hecha por Oriana había sido "la más desastrosa conversación individual jamás sostenida" que tuvo con un miembro de la prensa, luego de que Fallaci lo azuzara hasta conseguir que el dirigente aceptara reconocer que la guerra de Vietnam fue "inútil".

Como feminista, Oriana Fallaci reconocía "Ser mujer es fascinante, constituye una aventura que requiere considerable valentía, un desafío que nunca llega a aburrir."

La modestia, virtud sobrevalorada en las mujeres, nunca fue su fuerte y así lo hizo público en una entrevista concedida al semanario Time. Oriana declaró que su brillantez se debía a su personalidad. "Cada entrevista es un retrato de mí misma, ya que es una extraña mezcla de mis ideas, mi temperamento, mi paciencia y todo esto guía las preguntas".

Durante su trayectoria como periodista Oriana escribió: Un hombre, que contaba la historia de Alekos Panagoulis, un héroe de la resistencia griega y su amante en los 70; Inshallah, publicado en 1990, que novelaba la historia de las tropas italianas en el Líbano; Entrevista con la Historia, un clásico del periodismo con sus grandes conversaciones con políticos y actores, y Si el Sol Muere, sobre la exploración espacial de Estados Unidos.

Por ser políticamente incorrecta no recibió el Premio Príncipe de Asturias, sin embargo España le otorgo el Premio Luca de Tena, en diciembre 2004 y en Italia la medalla de oro como "benemérita de la cultura".

En la década de los 90 se retiró de la vida activa para enfrentarse a la batalla contra el cáncer de seno, pero al ser testiga de los atentados del 11 de septiembre de 2001 rompió el silencio para manifestarse en contra del fundamentalismo, con la publicación de su ensayo La rabia y el Orgullo, congruente con su ateísmo y laicismo hace una dura critica al islamismo que usa su ideología religiosa para justificar la violencia.

Su ensayo la hace blanco de duras críticas por parte de personalidades del mundo islámico juzgándola de anti-islamista.

Oriana Fallaci nació en Florencia el 26 junio de 1929 y muere el 15 de septiembre de 2006 a los setenta y siete años, tras una larga batalla en contra del cáncer de seno, combativa y congruente nunca calló lo que debía decir. Y nos hereda a las mujeres el derecho a expresarnos y luchar por la libertad.

* Periodista feminista y fotógrafa mexicana. Coordinadora de redes en CIMAC.

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